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A las 6 y pico

MORIR PARA APRENDER

MORIR PARA APRENDER Después de una noche larga y tenebrosa, he despertado sudando. Una pesadilla me ha condenado a vivir la realidad que siempre me ha producido escalofríos nada más
pensarlo. Y no es otra que la pérdida de la mujer que me presta el aire que respiro y la sangre que mueve mis órganos vitales. Ella es también el sol que me alumbra y el oxígeno de mi vida. Sin ella no podría vivir. Pero esta noche la he visto morir y, por ende, también he presenciado mi propia muerte. Es una sensación extraña, inexplicable. Sin embargo, he tenido que morir para saber el favor que me brinda la vida al oír el arrullo de la boca que me nutre, y sentir la blanca mano que se posa en mi frente cuando la fiebre descarga sobre mi cabeza toda la furia de su maldad. He comprendido lo hermoso que es dormir acurrucado y arropado en los brazos aterciopelados del amor, sin aristas, sin aguijones de traición. Ahora, cuando he vuelto a la vida, tengo miedo, tengo miedo a desviarme del camino que me conduzca al paraíso donde se cultiva y florece el amor.

7 comentarios

Goreño -

Gracias, Pokito, aunque fuera negativo tu comentario te lo agradecería igual. Salud

pokito -

Goreño, me ha encantado, preciosas letras que no necesitan de florituras, ni de rimas. Enhorabuena.

salud

Goreño -

Eso me consuele, White, 7 años de vida de regalo no es poco. Gracias paisana. Saludos

white -

Preciosa declaración de amor.
Lo del sueño, no te preocupes, cuando sueñas que alguien se muere le estás alargando la vida 7 años. (o eso dicen)
Me ha encantado, saluditos paisano.

Goreño -

Eres un sol, Nofret, tus comentarios me llegan como agua de mayo. Cuídate mucho. Un beso, guapa.

NOFRET -

Hacía un tiempo que no entraba al blog, y ha sido un gusto encontrarme con este relato tan bello, que destila sentimientos tan profundos y tan bien expresados.
Un abrazo

Pablo -

Hermoso, Goreño. Cuidala :)